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ENTREVISTA AL PERIODISTA JOAQUÍN SÁNCHEZ MARIÑO: «CREO EN UN PERIODISMO DE SERVICIO»

Joaquín Sánchez Mariño es periodista y escritor: «Me gusta contar historias y estar en el lugar de los hechos», así se presenta en su sitio web. Si bien trabaja para diferentes medios, también realiza coberturas independientes y se interesa en dar espacio a historias que no siempre encuentran un lugar en los medios tradicionales. Este año creó Under Periodismo, una plataforma colaborativa e independiente que centra su importancia en la comunidad y en la transparencia.

Novedad Cultural pudo entrevistarlo y conocer su mirada sobre la industria de los medios de comunicación en la actualidad, el rol y los valores del periodismo que defiende y su argumentación sobre la denominada «cultura de la cancelación».

Fuente: redes sociales de Joaquín Sánchez Mariño

NC — ¿Cómo surgió Under Periodismo?

— Hay dos instancias. La primera etapa fue la decisión de apostar a un proyecto propio, de pasar de dedicarle el 100% de mi tiempo a trabajar en periodismo para otros medios, a empezar a tratar de equipararlo con un 50% de tiempo para cosas que creo yo y para lo que quiero hacer en el periodismo. Fue apostar a la independencia. La nueva etapa de Under Periodismo, que es la plataforma actual, tiene que ver con creer más en ese modelo como para pensar que otros quieran hacer periodismo de la misma manera que yo y que podamos compartir nuestro trabajo en un mismo lugar. Se crea una especie de comunidad. Esta instancia es colaborativa, nace del deseo de que el periodismo independiente no sea siempre periodismo solitario. Hay algo que nos pasa mucho que es que para los periodistas que trabajamos por nuestra cuenta, sea que trabajamos para medios o no, es un oficio de mucha soledad. En general estamos como “islas” que no trabajamos en equipo, eso es para mí muy desconsolador.

Under Periodismo arma una comunidad de periodistas independientes para que puedan tener un lugar de pertenencia, una especie de “cuarto propio”, donde pueden hacer su trabajo de manera independiente, personal y a su manera pero donde también pueden tener un lugar de contención. Por otro lado, también propone un sistema de financiación directo con la gente que consume el contenido. Por lo cual, nace como una plataforma para extender mi manera de entender el periodismo a otras personas.

NC — ¿Por qué considerás que rompe con las normas establecidas en la industria de los medios de comunicación?

— Cuando digo que rompe con esas normas me refiero a que el modo de trabajar en la industria periodística apunta en general, aunque hay distintos modelos según el medio, a producir muchas notas y de manera rápida. Entonces el modelo de periodismo de la industria todavía está orientado al clic, a la cantidad de usuarios, a la masividad. Eso impone tiempos muy perversos, es un modelo que la gente consume pero son formas que a mí no me interesan tanto como periodista. Por eso por un lado Under Periodismo rompe con las normas, y por otro lado por el modelo de financiación. No apuntamos a tener publicidad ni a vivir de eso sino a vivir del vínculo directo con la audiencia.

NC — En tu descripción de Instagram planteas: “Presto mi atención a quien no cuenta con la atención del otro”. ¿Creés que muchos temas importantes quedan por fuera de la agenda de los medios?

— Ese es un poco el mantra que me motiva a la hora de trabajar y que se extiende a mi proyecto. Significa por un lado eso que decís, de que hay algunas historias que no tienen lugar en los medios tradicionales.  Historias que los medios no pueden ir a la velocidad suficiente como para contarlas o que son laterales y ellos consideran que son intrascendentes para contar. Yo, como tengo otros tiempos y como trato de trabajar por fuera de las normas, a veces puedo posar la mirada en esas historias que tal vez no van a rendir o que parecen tener menos impacto o relevancia, que al final quizás contadas son tan relevantes como cualquier otra.

Creo en un periodismo de servicio, creo que el periodismo tiene una misión. Entonces darle voz a alguien que en general no la tiene o que quiere que otro cuente su historia, y contarla bien o con ganas, para mí es ya un éxito de por sí, más allá de cómo le vaya a la nota. Trato de no ir atrás de la historia que repiten todos los medios el día que sucede algo. Es un poco ensanchar la mirada y que entren en el mapa personas que en general no lo logran. Por otro lado, hay algo con la palabra “atención”. Los medios trabajan en el mercado de la atención y hay que pelear por eso. Uno tiene que capturar y generar estímulos para ganar la atención de la gente. Entonces en esa especie de mercado, yo trato de darle mi cuota de atención a personas que no tienen grandes estructuras y que no pueden acceder a los medios o a notas.

NC — ¿Cómo ves al periodismo en la actualidad?

— Es una pregunta que podría llevarme un día entero. La industria del periodismo es la industria en la que trabajo, donde tengo mis amigos y hay grandes periodistas que admiro. El periodismo lo hacen los periodistas entonces, dado que hay tantos periodistas que yo respeto, tiendo a pensar que hay una gran parte del periodismo que está bien. Ahora, la industria, que es otra cosa aunque parece absurdo porque está compuesta por los periodistas, no me gusta pero como no me gusta casi ninguna industria que está orientada solamente al capitalismo y a los fines de lucro. Eso me parece que desnaturaliza todo tipo de oficio y creo que obviamente el periodismo está muy atravesado por esa ambición y necesidad económica.

Como resultado eso lleva a que por ejemplo hoy hacer coberturas en el lugar de los hechos se vuelva muy difícil, ni siquiera fuera del país sino incluso en las distintas provincias, hay cada vez más medios y se quiere ahorrar. También hay mucha tecnología entonces se recurre a bajar videos de internet, hay mucha desinversión y es un poco decepcionante para un periodista. De todas formas, veo a la industria en un momento de transición y espero que empiece a haber más profesionalismo de quienes piensan los planes de inversión de los medios.

Charla TEDXCordoba brindada por Joaquín Sánchez Mariño sobre la «cultura de la cancelación».

NC — Un tema sobre el que escribiste, e incluso brindaste charlas este año, fue el de la denominada “cultura de la cancelación”. ¿Cómo la definirías para quienes no estén familiarizados con ese término?

— La cultura de la cancelación para quien no sabe es el fenómeno que estamos viviendo todos, por el cual la sociedad de pronto se organiza atrás de un colectivo espontáneo para expresar su rechazo a alguien que dijo o hizo algo intolerable, ofensivo o peligroso. La sociedad siente como la necesidad o pulsión de aleccionarlo públicamente y se organiza en redes para expresarse. Yo digo que es como una “coreografía de repudio” hacia una persona que “metió la pata” o que tiene ideas que son realmente ofensivas. Eso es la cancelación, cuando vemos que de repente todo el mundo está hablando de la misma persona e insultándola porque dijo algo que no les gusta.

NC — ¿Cuál creés que es el problema de esa cancelación tan presente hoy en día y cuál podría ser la alternativa para lidiar con ideas que no se comparten?

— El problema principal que veo es que anula el pensamiento crítico, no se ponen en discusión esos discursos que ofendieron o las cosas que nos parecen intolerantes sino que directamente se opera a dejarlo fuera de campo. Es como una acción automática de simplemente anular. A mí me parece que la mejor manera de lidiar con las ideas que no nos gustan es justamente discutiéndolas, dándoles lugar a que sean explicadas, no lugar a que tengan espacio o a difundirlas, sino tratar de entenderlas y que la propia persona que piensa así de última “caiga por su propio peso”. Debe haber un dialogo profundo para entender por qué esas cosas son ofensivas y tal vez convencer a la gente que piensa de esa forma de que está mal.

NC — Considerás entonces que se debería fomentar más el debate en lugar de solo excluir a los pensamientos diferentes de los propios…

— Sí, absolutamente. Creo que nos vendría bien como sociedad ponernos más en contacto con argumentos diferentes a los nuestros y empezar a dejar de buscar siempre ideas parecidas a las nuestras a la hora de pensar. Buscar ideas diferentes, no para adoptarlas, sino para poner en tensión las propias. Por lo cual, creo que deberíamos empezar a tener un debate honesto, no la idea del debate por ganarle al otro.

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