«La Juanita Huertas» nos ayuda a comprender un poco más sobre el cultivo y las huertas, que cada vez son más comunes en la casa de la gente.
Durante el último año y medio, el hogar se convirtió en nuestro hábitat definitivo. El techo cada vez se empezó a parecer más a nuestro cielo, la ducha de cada mañana se convirtió en lo más parecido a estar en contacto con la humedad de la lluvia, el pijama se tornó nuestro caparazón y el sillón en la cómoda madriguera donde esperaríamos el final del eterno invierno.
Es cierto que para muchos, siempre lo fue. Pero, incluso hasta para ellos, la falta de aire fresco les despertó el deseo de volver a estar en contacto con la naturaleza, de volver a sentir el rocío del pasto por la mañana, de volver a correr con el viento contra su rostro, de ver el sol un domingo al mediodía.
“Hoy en día, va todo tan rápido que conectar con con la naturaleza es como un cable a tierra”, son las palabras de Juana, más conocida por sus más de 170 mil seguidores en redes sociales como «La Junanita Huertas» (@lajuanitahuertas), que nos contó como durante estos últimos meses percibió un “boom” de gente interesada en armar su propia huerta en casa. “El año pasado, cuando arrancó todo esto, empezó a haber un boom. La gente me pedía que le arme la huerta y yo no salía de mi casa”, confiesa.
Además de ser una de ser una forma de estar en contacto con el medio ambiente, otro de los beneficios de armar tu propia huerta es “la satisfacción de poder consumir lo que uno mismo cultiva con amor”.
A la par de la irrupción de la pandemia, la sociedad se está interesando cada vez más en saber sobre los productos que ingerimos todos los días. “Me parece que es por la conciencia de la gente que tiene sobre saber de donde vienen los productos que consume”, sostiene Juana sobre el crecimiento de personas interesadas en informarse sobre cultivo.
Las redes sociales explotan de influencers del cultivo que cuentan sus experiencias y responden las preguntas de todos los curiosos con ganas de dar sus primeros pasos en el cultivo. “Se formó una comunidad huertera y está buenísimo. Hay mucha gente que sube información a las redes sociales y lo importante es saber que la naturaleza no es una ciencia exacta. Lo que me funcionó a mi, capaz a vos no te funciona y viceversa”, cuenta.
“Yo no me considero como una maestra. A mi me gusta compartir mis experiencias”, explica Juana y reconoce que también es una muy buena actividad familiar para hacer al aire libre: “Me gusta compartir lo que yo viví en mi casa, siempre tuve una huerta y siempre fue una actividad en familia”.
Son precisamente las redes, como Instagram, Facebook y YouTube, una de las fuentes de información más utilizadas por los aficionados del cultivo. “La gente pregunta un montón por mensajes privados, por mail, por grupos de Facebook. Suben fotos y se contestan entre ellos. Se formó realmente una comunidad”, describe Juana que además ofrece un curso online llamado “Mi primera huerta en casa”.
¿Qué tenés que saber antes de armar tu propia huerta?
Fabricar una huerta en casa puede parecer aterrador en un principio. Sin embargo, Juana detalla que son solo tres las consideraciones a tener antes de confexionar tus cultivos: las horas de sol, la disponibilidad de agua y la nutrición de la tierra.
“Lo primero que recomiendo yo es buscar el lugar. Es importante un lugar que tenga entre 6 y 8 horas de sol por día porque lo necesita para crecer. Después hay que pensar de donde vamos a sacar el agua que necesita y, por último, el suelo tiene que ser un suelo rico en nutrientes para que puedan crecer sanas y nutritivas”, detalla Juana.
Otro de los miedos que pueden surgir antes de ponerse manos a la obra puede ser el tiempo de dedicación que supone mantener la huerta en condiciones. Lo cierto es que el tiempo a emplear depende de muchas variables. No es lo mismo cuidar los cultivos en la temporada otoño-invierno que en primavera-verano, cuando las plantas necesitan mucho más riego. Además de que no es lo mismo tener una huerta en un balcón que en un jardín enorme para proveer una familia.
“Hasta en una ventana que le de el sol se puede cultivar. Obvio que no te vas a abastecer, pero se puede empezar por ahí y eso te puede dar la satisfacción de poder armar tu propio huerto y darle tiempo a algo que te conecta con la naturaleza”, anima Juana a aquellos que no se atreven a empezar su huerta por problemas de espacio.
Para los primerizos, recomienda empezar a trabajar con “cultivos fáciles” como las hojas verdes (que pueden ser lechuga, espinaca, acelga), los rabanitos o los tomates cherry que son rápidos para estar listos para cosechar. Otra opción es utilizar productos que pueden cultivarse en cualquier momento del año, para no cambiar de cultivos entre estaciones, como las cebollas, la zanahoria o la remolacha.
