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«LOS ELEGIDOS DE LA GLORIA»: LA EPOPEYA DE LOS PRIMEROS ASTRONAUTAS DE LA NASA

Disney + nos viene deleitando desde su salida con estrenos exclusivos de altísima calidad. Aunque por el momento son contados los ejemplos, Wanda Vision o The Mandalorian son prueba de que la compañía del ratón sabe como producir éxitos para la pantalla chica.

En octubre del año pasado, National Geographic (uno de los pilares de Disney+), con la producción de Warner Bros. y Leonardo DiCaprio como uno de los productores ejecutivos, lanzaron «The Right Stuff». Se trata de una adaptación libre de la novela homónima escrita por Tom Wolfe y publicada en 1979, al igual que de su adaptación cinematográfica estrenada en 1983.

Durante 8 capítulos, la serie, adaptada en Latinoamérica como «Los elegidos de la gloria», nos sitúa cronológicamente durante los últimos retazos de la década de los 50´s. Presionados por el contexto de Guerra Fría y un claro segundo lugar dentro de la carrera espacial, el gobierno estadounidense se propuso la titánica tarea de enviar un hombre al espacio en un lapso menor a dos años.

The Mercury Seven. Fuente: Disney+

Para determinar quien iba a ser el elegido, los responsables dentro de la recientemente conformada NASA seleccionaron a un grupo de marines y pilotos que, por sus aptitudes físicas, profesionales y personales consideraban capaces de despeñar la inaudita tarea. Bajo esta premisa, estas personas deberán preparase y demostrar quien merece ser el astronauta predilecto superando retos que pondrán a prueba su cuerpo, su inteligencia y su carisma.

Es aquí donde se encuentra el eje de la serie; personajes que luchan con otros (y consigo mismos) para hacerse con la gloria. A pesar de ser siete los integrantes del llamado grupo Mercury, la trama gira en torno a tres personajes centrales; John Glenn, interpretado por Patrick J. Adams (Suits), Alan Shepard encarnado por Jake McDorman (Limitless) y «Gordo» Cooper quien es retratado por Colin O´Donoghue (Once Upone a Time)

El trabajo actoral de los tres personajes principales es impecable, al igual que el valor de producción; los escenarios que se crean empalman perfecto con la música y los vestuarios. Son evidentes los guiños y reminiscencias a otras series ambientadas en la misma época, sobre todo a Mad Men. Sin embargo, la producción de AMC se presenta como una crítica ácida a la sociedad de los 60s presentando personajes conflictuados tratando de sobrevivir en un ambiente hostil, machista y competitivo. En cambio, «Los elegidos de la gloria» no pretende ser una fotografía panorámica de lo que se vivía durante esos años a nivel político o social, sino un drama de personajes; retomar la idea de que los astronautas y los héroes de televisión también se pelean con sus esposas y sus hijos, se emborrachan y pierden los estribos.

John Glenn por Patrick J. Adams. Fuente: Disney +

Esto no sería un problema si los mismos personajes presentaran un abanico de matices más sutiles y no tan arraigados a los clichés básicos de personalidad; las intenciones para explorar los sentimientos de los astronautas son buenas, pero carecen de profundidad. La solemnidad de la que se mofa la serie en ocasiones es la misma que utiliza para tratar ciertos temas, como por ejemplo: Shepard escondiendo sus problemas de salud o Glenn tratando de distenderse y comprender a sus compañeros. Falta una presencia de identidad para resolver esos conflictos que se encuentran directamente relacionados con la idiosincrasia estadounidense de los 60s. Algo que Mad Men tan bien supo desarrollar

En los primeros tres capítulos que tenemos disponibles (se agrega uno cada viernes) la idea de desmantelar como se construyó la «buena imagen americana» durante la Guerra Fría está ahí. Desde el guion se hace foco más de una vez en que el programa del que están participando estos potenciales astronautas tiene más de relaciones públicas que de ciencia. La cuestión es que todo eso esta presente solo par dar contexto de fondo y de una manera descafeinada. «Los elegidos de la gloria» es un conjunto de ideas correctas pero que falla en encontrar un rumbo interesante o una particularidad que la destaque.

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