Juan Palomino comenzó a rodar “Yo nena, yo princesa”, la primera película que expone la realidad de una niña trans, y sostuvo que “es una responsabilidad del artista poder subrayar y difundir estas situaciones para generar consciencia.»
El largometraje narra la historia de Luana, la primera niña trans que obtuvo un DNI gracias a la Ley de identidad de género (Ley 26.743) y una inalcanzable lucha de su madre, Gabriela Mansilla, interpretada en la película por Eleonora Wexler. “La presencia de Gabriela es fundamental porque te permite afirmar lo que uno ha decido actuar y lo que se acordó con el director”, confesó Palomino.
El actor platense también reconoció que “uno arrastra conceptos desde que es niño, como que todo es binario, y la presencia de Gabriela y de los niños que interpretan a los personajes, te hacen repensar un montón de cosas que tienen que ver con la educación, con la familia y con los vínculos”. Además, agregó que cuando le toca “encarnar la piel de un personaje que existió”, se enfrenta con su propia realidad para “ver cuánto de similar tiene uno con ese personaje”.
Como en otros momentos las películas tocaron temas que eran tabú, Palomino cree que hoy “es menester del arte poder visibilizar, ayudar y concientizar sobre el universo trans” para que pueda ser asumido por toda la sociedad. “Si bien somos entretenedores, me parece que es una responsabilidad del artista poder subrayar y difundir situaciones que han sucedido siempre pero que han sido tapadas”, aseguró.
En esta sintonía, el reconocido actor afirmó que “el arte en general se está deconstruyendo” y evolucionando junto con una sociedad crítica de los valores tradicionales. “Yo creo que es otro paso hacia adelante. Ya no podríamos soportar en la televisión un ‘Amo y señor’ con Arnaldo André y Luisa Kuliok. No podríamos tener personajes machistas y masculinos donde las mujeres acompañen y su impulso sea el avasallamiento hacia la mujer”, opinó.
La realización de “Yo nena, yo princesa” es parte de ese proceso de deconstrucción, que debe ser llevado adelante con mucha valentía y energía. Además agregó que esta película “no va a dejar de ser un disparador para volver sobre un tema que existe y que ha sido siempre estigmatizado”, a pesar de que Argentina sea “pionera” en términos de política de género.
“No me cabe la menor duda que Argentina ha avanzado sustancialmente frente a las realidades de América Latina. Acá hay una ley de género, una ley de matrimonio igualitario, una ley de cupo. Hemos evolucionado en lo que refieren los derechos”, analizó Palomino que, de todas maneras, distinguió que no son las mismas realidades las de algunas provincias con las de otras porque aún “hay sociedades más conservadoras” en algunas regiones.
La película se está rodando con estrictos protocolos por la situación sanitaria, que dificulta el trabajo de los artistas de todo el mundo y, por eso, el actor definió como “una epopeya” al proyecto cinematográfico. “Es una épica estar con el barbijo, con hisopados, con distancia social. Es toda una nueva forma de encarar el trabajo”, describió Palomino que reconoció el trabajo de las productoras involucradas en la película como Grupo Octubre, Universidad de La Matanza, Aleph Media y Tronera Producciones.
También, se mostró agradecido con Federico Palazzo, director de la película, por haberlo convocado. “Para una película con una temática como esta, es necesario tener un director que además de componer el cuadro y los planos, esté muy atento al trabajo de los actores. Y la verdad que es muy gratificante encontrarte, después de un largo tiempo, con un director como Fede Palazzo”, confesó el protagonista.
