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LA PRODUCCIÓN DE LITIO EN LA ARGENTINA Y SU IMPACTO AMBIENTAL

La Argentina es la cuarta región más próspera para el desarrollo de este recurso. Funcionarios buscan negociar un acuerdo bilateral con los Estados Unidos para continuar con la exportación del litio.

Como se ve el litio, también conocido como oro blanco. Fuente: Unión Guanajuato.

El litio es un metal liviano y de color blanco, por esto también es conocido como oro blanco. Es uno de los elementos esenciales en la transición a una matriz energética más limpia y la electrificación del transporte, esto debido a que cuenta con excelentes propiedades de conducción del calor y de la electricidad.

Este recurso es uno de los más codiciados del planeta, ya que es altamente solicitado por la industria tecnológica principalmente, y la automotriz últimamente. Generalmente, es utilizado en la fabricación de baterías para celulares, computadoras portátiles, cámaras digitales y vehículos eléctricos.

El valor del litio se incrementó a medida que los gobiernos buscaban profundizar la reducción de sus emisiones de carbono. Principalmente, el petróleo era la fuente de riqueza de muchos países, pero el cambio climático y la condición de recurso no renovable hizo cada vez más cercano el fin de este recurso. Si bien la conclusión de esta era no parece ser dentro de poco, la crisis petrolera que inició en el 2013 fue un hecho decisivo sobre el accionar sobre este elemento. Debido a esto, fue necesario buscar otras fuentes de energía que carezcan de las debilidades del oro negro.

Batería de litio. Fuente: Hard Zone.

¿Qué nos hace uno de los países con mayor cantidad de litio?

El litio reacciona fácilmente con agua, oxígeno y otras sustancias del aire para formar otros compuestos. La minería de este metal, se realiza en yacimientos en vetas y salmueras naturales. Los depósitos de salmuera se encuentran en lagos salados en los que el litio se extrae a través de un proceso de evaporación.

La fuente principal de litio en Argentina se encuentra en los salares de la Puna, la cual se extiende desde Jujuy hasta el norte de San Juan alrededor de 9.300.000 hectáreas salpicadas de salinas y lagunas salobres de escasa profundidad. Por lo que, teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, la Argentina cuenta con un amplio territorio de extracción minera.

El gobierno nacional se encuentra en negociación con diplomáticos estadounidenses, a su vez, un grupo de diputados nacionales presentaron una propuesta en búsqueda de la nacionalización de toda actividad de extracción e industrialización del litio para generar mayor valor agregado a la exportación del mineral.

Sin embargo, el litio no es un elemento nuevo, ya que fue descubierto en 1817, pero fue en la década de los noventa, que la sociedad moderna le brindó el valor que hoy en día conocemos. Según un informe especial de litio realizado por la Secretaría de Minería de la Nación, actualmente se implementa en la elaboración de baterías recargables de ion-litio, las cuales son particularmente importantes en los esfuerzos para reducir el calentamiento global, ya que permiten proveer de electricidad a vehículos a partir de fuentes de energía renovables (por ejemplo, hidroeléctrica, solar o eólica) en lugar del uso de combustibles fósiles.

De todas formas, es importante ver la otra cara de la moneda. El litio no es solamente ese elemento salvador que va a reducir el dióxido de carbono del planeta. La extracción del oro blanco en las minas argentinas –y en el resto del mundo también- genera un alto consumo de agua y produce una salinización del agua dulce, modifica los paisajes, altera los flujos naturales de agua subterránea, introduce caminos de exploración en ecosistemas sensibles, generación de residuos sólidos y químicos, entre otros.

Protesta por explotación de las minas. Fuente: Environmental Justice Atlas

Es por esto que el papel de cada gobierno es fundamental al momento de tomar decisiones. No solo es relevante el accionar económico y la delimitación territorial de la zona de extracción, sino también las decisiones sociales y, sobretodo en este caso, ambientales, para preservar el ecosistema argentino, como también las condiciones de vivienda de los residentes aledaños a las zonas mineras.

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