Luego de 40 años de trayectoria en el espectáculo, Rodolfo Valss volverá a los escenarios, pero esta vez con ‘Un Ritual’. Este espectáculo es un unipersonal, en el que el cantante, acompañado de Hernán Matorra, propone un ritual, un encuentro con la música y con el cariño del público después de 40 años de carrera. Su trayectoria sobre el escenario son la invitación a reencontrarse con las canciones y con las vivencias que marcaron un largo camino artístico.
Hablamos con Rodolfo Valss, de cara a esta experiencia, y nos contó sobre su recorrido hasta llegar a este nuevo espectáculo unipersonal.
NC: – ¿Cómo empezó tu carrera artística?
– Todo empezó por casualidad, porque yo estaba estudiando en la Facultad de Medicina, y además estaba haciendo el conservatorio. Pero el cansancio me venció y tuve la dicha de tener unos padres muy maravillosos y muy amplios, para esa época, que me dijeron que ellos querían que yo fuese feliz, y que tenía que elegir lo que me daba felicidad. Que me podía ir bien tanto en la medicina como en la música o el teatro, pero que era mí decisión y que ellos querían respetar eso. Para esa época era algo raro. Y felizmente dejé la facultad.
Por casualidad, paso por un teatro con un amigo, que seguramente lo tendría harto de hablar tanto de arte, y me empujó en una puerta del Teatro Nacional. Así como en una película argentina de los años 40’, abro la puerta por el empujón, y una señora me dice ‘no mí amor, la audición es en la puerta grande, la de al lado’. Yo fui a la puerta de al lado, abro la puerta del Teatro Nacional, y veo millones de personas haciendo cola, estirando sus piernas, vocalizando, como en las películas.
Yo no sabía lo que era una audición, pero como un robot seguí caminando en esa cola, hasta que me tocó el turno después de horas. Me dijeron ‘¿qué vas a cantar?’, y yo, como bestia que era a los 20 años, dije ‘no tengo la menor idea, lo que están cantando ellos no sé nada’. Pero canté, y se coparon mucho y de ahí nunca paré, hace 40 años.
Yo creo mucho en el destino, todo está escrito, y por lo visto, tenía que ser.
NC: – ¿Cuál es el espectáculo que recordás con más cariño?
– Tuve la suerte de poder estar en los espectáculos más importantes que han venido de Broadway, de Londres. Todos tuvieron algo, un amor especial, porque sino no los hago. Yo tengo que amar, desde los compañeros, músicos, teatro… Todas las obras que hice sentí un amor muy especial.
Podría decirte que siento como una pequeñita diferencia con la que fue mi primera obra como protagonista, que fue ‘Eva, el gran musical argentino’, que hice junto a Nacha Guevara. Hasta hoy, después de muchos años, porque debutamos en el 86’, la gente se sigue acordando de ese personaje, que se llamaba Mario.
Entonces, esa, que fue la primera importante, donde gané premios, donde fui muy aplaudido y tuve esa dicha de ser querido por el público y reconocido, te diría que le tengo un cariñito aparte.
También, si hablamos de la primera, hablamos de la última, que fue ‘Sunset Boulevard’, que hice junto a Valeria Lynch, a quién quiero mucho, somos muy amigos, pero nunca habíamos trabajado juntos. Igualmente, más allá de que somos amigos, yo tuve que audicionar, que me parece perfecto.
Esas dos serían, la primera y la última, y después será la próxima, que espero que haya.
Igual, en esto que descubrí nuevo, que es el unipersonal, estoy muy feliz. Estaba con mucho miedo en si iba a importar algo lo que yo iba a contar y cantar, y realmente estoy sorprendido. Sorprendido también por la repercusión, por los comentarios de los periodistas, por el público que me espera a pesar del frío, y de lo que pasa en el interior. Estoy más que feliz y agradecido. Así que, si estos grandes musicales, que están caros en este momento, no vuelven, por lo menos para mí, esto del unipersonal me empezó a gustar, le empecé a agarrar el gustito.
NC: – ¿Qué vas a compartir en el nuevo espectáculo ‘Un Ritual’? ¿Qué van a ver los espectadores?
– Ven a este señor, pero lo ven distinto, porque no lo ven detrás de un vestuario, de una peluca, de un maquillaje específico. Lo ven… yo digo que desnudo, cantando cosas que jamás la gente imagino que yo podría cantar. Hago una variación de un montón de géneros, desde el jazz, baladas, tango moderno y tradicional, pero todos fueron reales en mi vida. La primera canción que canté, lo que canté en la primera audición, el día que conocí a tal o cual persona, etc.
O sea que ven y se emocionan, porque estoy ahí, desnudito con mi alma, contando lo que significa esta tarea maravillosa que es el cantar, el actuar, el interpretar. Todo el mundo sale con una emoción… a cada uno algo le toca de la historia del otro. Todos me dicen ‘me mataste’, ‘me diste en el alma’, ‘me emocionaste’, cosas muy hermosas. Cosas que, cuando me toque partir, yo me voy con un amor del público, que es un regalo que me dio Dios maravilloso.
NC: – ¿Como te sentís al hacer un espectáculo vos solo, tras muchas experiencias junto a colegas arriba del escenario?
– El primer día creí que me moría, y se lo tuve que decir al público después de la primera canción, porque si me llegaba a desmayar hubiese sido un papelón. Te sentís como que estás al borde de un abismo y que, si moves un pie, te vas a caer. Y yo lo dije, siempre rodeado de tantos compañeros, y ahora acá solito con la luz… fue bastante impresionante.
NC: – ¿Tenés alguna cábala antes de subir al escenario?
– Si, soy muy cabalístico. Soy muy creyente, devoto de la Virgen María, o sea que en mi camarín siempre hay una imagen de la Virgen. Antes de que se abra el telón yo me persigno, le pido a Dios que me ayude, pero lo hago tres veces, no puedo hacerlo solo una. Y siempre subo la escalera del camarín al escenario con el mismo pie.
El día de mi debut con Nacha, que era muy importante y difícil, me pasó esto y fue maravilloso. Entonces quedó para siempre y seguirá quedando.
Rodolfo Valss se presenta todos los jueves de junio, a las 20 horas, en el Teatro Border (Godoy Cruz 1838, CABA). Las entradas se obtienen haciendo click aquí, o en la boletería del teatro. Luego, Rodolfo viajará con este unipersonal por todo le país.
