Desde que Kinky Boots llegó a la cartelera porteña se convirtió en un suceso. El musical protagonizado por Martin Bossi y Fernando Dente se presenta de miércoles a domingos en el Teatro Astral y cuenta la historia de Charlie, un zapatero que está por cerrar la fábrica que le heredó su padre cuando se encuentra con Lola, una artista Drag Queen que lo ayudará a salvar la fábrica y a emprender un viaje personal que será una divertida y musical experiencia para el público.
Kinky Boots tiene todo para ser el musical del año: una historia interesante que plantea temas como la identidad de género, la aceptación de uno mismo y del otro, el respeto por lo diferente y el dilema de los sueños propios y la realización personal; un elenco impecable, dos protagonistas brillantes, una gran producción y una dirección perfecta.
Se estrenó originalmente en Broadway en 2013, está basada en un película del año 2005 y más allá del buen libro de Harvey Fierstein, cuenta con la música de la famosa estrella Pop, Cyndi Lauper. Las letras y la música son muy poderosas en esta obra: pegadizas y con bellas melodías. La adaptación para su presentación en Buenos Aires estuvo a cargo del experimentado Marcelo Kotliar.
Una vez más Ricky Pashkus dirige magistralmente un musical y lo hace con dos protagonistas inmejorables. Martín Bossi interpreta a Lola, una drag queen; un personaje complejo con muchos momentos de comedia que hacen estallar de risa al público, el fuerte de Bossi; y algunos de drama que logran conmover y permiten comprender un poco más la vida de la drag queen. Bossi forma una excelente dupla con Fernando Dente, un actor que está en continuo crecimiento y que el público vio crecer en el escenario a lo largo de los años y los musicales; porque Dente tiene mucha trayectoria en musicales y en Kinky Boots se consagra. Más allá de la perfección vocal y el alto nivel coreográfico, Dente compone a Charlie, el dueño de la fábrica de zapatos, un personaje que va a enfrentar un proceso de cambio y aprendizaje personal. A Dente y Bossi los acompañan Sofia Morandi y Florencia Anca, quienes interpretan a las mujeres que rodean a Charlie. Dos personajes bien distintos y muy bien interpretados por ambas actrices. Morandi despliega todo su talento para el canto y la danza en un personaje con mucho humor que le queda perfecto. Una mención aparte merecen los bailarines de Kinky Boots, quienes interpretan a las amigas de Lola: un grupo de drag Queens que cada vez que entran en escena sorprenden e impactan por su fuerza, vestuario y despliegue coreográfico. El vestuario, a cargo de Verónica de la Canal y Alejandra Robotti es espectacular.
Kinky Boots es un imperdible de la cartelera porteña. La historia de Charlie y Lola nos invita a todos a replantearnos ciertos temas y actitudes y a hacerlo de la mejor manera: con música y humor en un musical impecable que poco tiene que envidiarle a la puesta de Broadway.
