Por Mariní Vítola.
Hace diez años, llegaba a los cines Mamma Mia, la adaptación para el cine del aclamado musical con canciones de Abba. Para asombro de muchos, su protagonista era una actriz, perdón, Sra. Actriz que no cantaba ni bailaba…o por lo menos no en la gran pantalla. Si, Meryl Streep. Ganadora del Oscar, protagonista de más de cincuenta películas, actriz consagrada; que tomo el desafío de interpretar a Donna, y sorprender, porque, por más que su canto y su baile no fueron perfectos, su Donna fue más que aceptable. Gracias a esa interpretación de Streep, la música de Abba, un elenco solido y números musicales perfectos, Mamma Mia se convirtió en un éxito de taquilla. ¿Y a quien le gusta repetir los éxitos? ¡A todos! Por eso, este año, se estrenó Mamma Mia, vamos otra vez! Y todos los amantes del género musical deberían verla, todavía se proyecta en algunas salas. Y para los que no son fanáticos del genero seguramente muy pronto la vean en el cable asique… veamos por qué esta nueva entrega no defraudó ni un poquito.
Esta secuela nos muestra a Sophie (Amanda Seyfried) reconstruyendo el hotel donde creció, en la Isla griega de Kalokairi y a través de flashbacks nos mostrará también como fueron esos días en los que una joven Donna (Lily James) conoció a los “tres posibles padres” de Sophie. Por eso en «Mamma mia vamos otra vez», hay un relato y dos tiempos, el presente de Sophie, y el pasado de Donna, claro que todo se relaciona.
El guión resulta más interesante y con más humor que el de la primera entrega, probablemente sea por estas dos historias que se cuentan al mismo tiempo. El espectador que vio la primer parte podrá cerrar toda la historia al ver a Donna de joven junto a sus amigas Tania y Rosie, y sobre todo ver cómo conoció Donna a Sam, Bill y Harry.
La interpretación de Lily James como la joven Donna es perfecta, su personaje emana la misma energía que Streep. Lo mismo ocurre con sus amigas: la seductora Tania (Jessica Keenan Wynn) y la fuerte del grupo, Rosie (Alexa Davies), ambas recrean muy bien la versión joven de los personajes que interpretaron originalmente, y en esta segunda parte también, Christine Baransky y Julie Walters respectivamente. Los tres galanes no se quedan atrás, la base en ellos es el physique du rol, pero las actuaciones de Jeremy Irvine (Sam), Hugh Skinner (Harry) y Josh Dylan (Bill) se ajustan perfecto a lo que el publico sabe de esos personajes de la primera parte y muestran como Donna cae rendida a sus encantos.
Los números musicales son tan importantes como en la primera parte. El despliegue de producción es realmente grande, las coreografías en los bellos paisajes griegos siguen siendo un arma fuerte con la que cuenta la película. Y claro, la música. Lo mejor de Abba. Se repiten algunas canciones pero re versionadas, en otras situaciones o cantadas por otros personajes y hay nuevas, que servirán para contar los momentos más emocionantes; principalmente aquellos madre/hija, y el lazo que une a Sophie y Donna; uno de los temas que une el pasado y el presente y que regala las escenas más emotivas.
Uno de los momentos mas esperados, si vieron el tráiler antes de ir al cine, es cuando llega el personaje de Cher, mama de Donna. Gran acierto de los productores. Su gran voz le da el toque final a la película.
Mamma Mia, tiene ciertas limitaciones en el guion que se superan con la música. Porque siempre debemos recordar que la base para armar esta historia fueron las canciones de Abba. Y lo hicieron bien, porque mas allá de la historia que se cuenta, el bailoteo de los pies del público cuando suena Dancing Queen o los aplausos de algunos espectadores al final, revelan que Mamma Mia emociona, gusta, alegra y divierte. Por eso digo que si hay otra vez, vamos…!
Trailer oficial:
