El cine noruego suma otro éxito en su buena racha de películas, con una propuesta diferente dentro del genero de catástrofes naturales. El próximo jueves 8 de junio se estrenará en las salas de cine «Maremoto«, una producción noruega a gran escala que fue muy bien recibida por la critica en todo el mundo.
Dirigida por John Andreas Andersen, la cinta pertenece al genero de cine de desastres al igual que sus predecesoras «Última Ola» y «Terremoto«, pero con una mirada de interés más ecológico. Cabe destacar que si bien el film se titula «Maremoto», no verán ningún maremoto, podría decirse que su título en inglés «The Burning Sea» (Mar en llamas) es mucho más acertado.
Una plataforma petrolífera se hunde de manera inusual en las costas de Noruega, los investigadores envían a una joven con un dron marítimo para buscar sobrevivientes. Envuelta en la problemática de una de las empresas petroleras más grandes del mundo, ella y su pareja quedan atrapados en lo que posiblemente sea la catástrofe ambiental más grande de la historia.
«Maremoto» es un thriller dramático con excelentes secuencias en las que la tensión alcanza y supera a otras películas del mismo genero, sin tener que recurrir a la acción exagerada. La cinta es por varias razones una grata sorpresa, no solo por el buen nivel de sus efectos visuales, sino también por el buen ritmo de la narrativa que combina un buen drama, un desastre ambiental y una cuota de adrenalina que recuerdan a la exitosa serie «Chernobyl» de HBO.
La primera mitad de la película es más sobria e interesante y nos prepara para la segunda que es más explosiva, aunque esto no significa que en este film haya villanos caricaturescos ni escenas de acción excesivas. Se trata de un relato bastante adulto que si bien es sobre un enorme riesgo melodramático a escala tanto global como emocional para esta pareja recién formada, es justamente ese tono algo más adulto que el carácter comercial que usualmente empapa producciones de mercados cinematográficos de mayor envergadura, lo que permite que sea más potente el mensaje ecológico de esta historia.
Si el cine de desastres de Hollywood es un conflicto entre políticos y militares, este cine de desastre noruego lo plantea de una forma mucho mas realista, como una puja entre empleados y empresas que inevitablemente van a terminar requiriendo de un trabajo en conjunto. Es una película que entretiene, pero que logra concientizar, dejando la sensación de que más de una de sus escenas, son más cercanas a la realidad que a una ficción de catástrofes.
