A continuación, te contamos algunas precauciones y consejos para preparar el auto antes de emprender tu viaje.
Llegan las vacaciones de invierno y muchos deciden emprender viaje hacia las zonas más frías del país para disfrutar de jornadas de esquí, paisajes nevados o un tranquilo descanso. Una gran cantidad de turistas eligen utilizar sus propios vehículos para viajar.
Sin embargo, es sabido que muchos de los accidentes de tránsito se producen durante los meses más fríos del año debido a las dificultades que traen el hielo y la nieve tanto en el camino como en los desafíos que presentan para el conductor.
En este marco, La Perseverancia Seguros comparte cinco consejos a tener en cuenta al emprender el viaje en ruta durante las vacaciones de invierno, especialmente en superficies nevadas o placas de hielo.
Primero, es esencial preparar el auto. Esto incluye revisar los niveles de líquido, el estado de las ruedas, la batería y las luces, además de mantener el tanque de combustible lleno. Los neumáticos deben ser aptos para bajas temperaturas, ya que poseen mayor adherencia y reducen las distancias de frenado, minimizando el riesgo de accidentes.
Además, el limpiaparabrisas debe funcionar a la perfección; en caso de que se trabe, es recomendable usar alcohol en el depósito para evitar que se congele.
Si el vehículo va a quedar afuera, se recomienda levantar los limpiaparabrisas, tapar las cerraduras con cinta adhesiva y colocar el cambio para evitar que las pastillas de freno queden pegadas a los discos.
Es imprescindible contar con cadenas para la nieve y líquido anticongelante. Este último debe cambiarse si tiene más de dos años de antigüedad y recargarse de ser necesario, ya que ayuda a no atascarse en superficies heladas.
Durante la conducción, es vital manejar despacio y con movimientos suaves. No se debe acelerar ni frenar bruscamente ni exceder los límites de velocidad, ya que el estado de las rutas puede afectar el tránsito y el nivel de reacción de otros conductores. Las fuertes nevadas suelen estar acompañadas de viento, lo que complica aún más la situación. Es importante sujetar firmemente el volante y realizar movimientos suaves para corregir las desviaciones de la trayectoria, siempre reduciendo la velocidad.
Con la nieve, la visión se reduce, por lo que es recomendable utilizar las luces bajas del vehículo. Si no fuera suficiente, se pueden utilizar también las luces antiniebla.
Tomar estas precauciones es fundamental para cuidarse a uno mismo, a sus acompañantes y a los pasajeros de los demás vehículos.
