El esmaltado de uñas semipermanente ha ganado popularidad en los últimos años debido a su apariencia impecable y durabilidad. Sin embargo, este tratamiento no está libre de riesgos para la salud de las uñas y la piel.
DAÑOS A LA SALUD DE LAS UÑAS
El esmaltado semipermanente implica la aplicación de varias capas de esmalte que se endurecen con luz ultravioleta (UV). Si este proceso es repetido con frecuencia, puede debilitar la estructura natural de la uña.
- Debilitamiento de la uña: La exposición constante a productos químicos agresivos y a la luz UV puede hacer que las uñas se vuelvan más delgadas, quebradizas y propensas a romperse. A medida que las uñas pierden su grosor natural, también son más vulnerables a infecciones fúngicas y bacterianas.
- Deshidratación de la uña: Los removedores utilizados para eliminar el esmalte, que generalmente contienen acetona, resecan las uñas y cutículas, lo que podría derivar en una superficie frágil y escamosa.
- Decoloración y manchas: Las uñas puede sufrir cambios en su coloración natural debido a la acumulación de productos químicos. Podrían por ejemplo tomar una tonalidad amarillenta.
RIESGOS PARA LA PIEL
No solo las uñas se ven afectadas por el esmalte semipermanente. La piel circundante también puede sufrir las consecuencias de este tratamiento si no se toman las precauciones necesarias.
- Reacciones alérgicas: Algunos de los componentes químicos presentes en los esmaltes semipermanentes, como los acrilatos, pueden desencadenar dermatitis de contacto. Esto provoca irritación, enrojecimiento y picazón en la piel alrededor de las uñas.
- Exposición a radiación UV: Aunque los tiempos de exposición son cortos, la luz UV utilizada para secar el esmalte semipermanente aumenta el riesgo de daño cutáneo a largo plazo, incluyendo el envejecimiento prematuro de la piel e incluso, podría representar un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel.
- Infecciones cutáneas: Si el esmalte no se aplica correctamente o las herramientas no están esterilizadas, pueden generarse infecciones en la piel que rodea las uñas. Esto es particularmente peligroso si se manipulan las cutículas, que actúan como una barrera protectora natural.
CONSEJOS PARA MITIGAR LOS RIESGOS
Aunque el esmaltado semipermanente no debe ser eliminado por completo de las rutinas de belleza, es fundamental seguir una serie de recomendaciones para reducir sus efectos negativos.
- Dar descanso a las uñas: Permitir que las uñas respiren entre aplicaciones de esmalte semipermanente es clave. Esto favorece su recuperación natural.
- Usar protector solar: Aplicar un bloqueador solar en las manos antes de la exposición a la luz UV puede proteger la piel de los efectos dañinos de los rayos ultravioleta.
- Optar por productos de calidad: Elegir esmaltes semipermanentes de marcas reconocidas y evitar aquellos con altos contenidos de acrilatos reduce las probabilidades de reacciones alérgicas.
- Evitar el uso excesivo de acetona: Limitar la exposición a la acetona y mantener las uñas y cutículas hidratadas con aceites especiales ayuda a mantenerlas saludables.
Si bien el esmaltado de uñas semipermanente ofrece ventajas estéticas y durabilidad, es fundamental ser consciente de los riesgos que conlleva para la salud de las uñas y la piel. Adoptar una rutina de cuidado adecuada y elegir productos de buena calidad puede ayudar a prevenir daños severos y mantener unas uñas y manos saludables a largo plazo.