ROJO la película argentina digirida por Benjamin Naishtat, protagonizada por Darío Grandinetti, Alfredo Castro y Andrea Frigerio, se estrenará el próximo jueves 25 de octubre en los cines de todo el país.
La historia está ambientada en la década de los 70, y se ve reflejada perfectamente en cuanto al decorado y a la vestimenta de los actores. Se puede percibir escenas de tiempo lento, con un cuadro de cámara fijo donde pareciera que es todo despacio y silencioso, esto permite representar el misterio y a la vez la incertidumbre que genera todo el tiempo la película en relación al descubrimiento del personaje principal como asesino.
Al comienzo el film se posiciona con una escena que marca una gran impronta visual y argumental, el espectador como los personajes en escena ( la gente que están en el restaurante), comparten el mismo pensamiento y reflexión que cuestiona Claudio Morán (Darío Grandinetti), con una cámara subjetiva y sin sonido ambiental que permite acompañar el diálogo que él realiza.
Claudio es un abogado que está representado como un hombre importante en el pueblo, siendo respetado y reconocidos por todos. De tal forma, que en algunos momentos del film, cuando le preguntan su nombre dice “ el abogado”, como si su profesión estaría por encima de su nombre y lo definiría como persona. Es lo que se destaca en el film de cómo las profesiones, o más bien la misma sociedad teniendo un imaginario social o estereotipo de lo que es una profesión, parecieran que remarcaran una personalidad de una persona, de tal forma que el personaje hace uso y abuso de su profesión para ganar provecho de sus situaciones.
El espectador sabe que el abogado es el asesino en toda la película, por lo cual se siente indignado y molesto por la misma corrupción que se muestra, la falta de ética y de sentido humano.
El título Rojo está muy bien elegido, ya que se puede visualizar en varias escenas mediante la iluminación y el arte de la película. Por ejemplo, cuando ocurre un eclipse solar en la playa; el paisaje en el desierto, etc. También, la connotación del color rojo es de violencia, fuerza y posesión, del cual está muy bien representado en este personaje principal y en el hilo argumentativo que traza toda la película.
Con la llegada del detective, Alfredo Castro, la historia toma un giro que comenzará para llevarlo al clímax del film. Este personaje se destaca al comienzo como el héroe que viene a generar justicia y orden en resolver el misterio de la desaparición de “el hippie”, personaje que fue asesinado por el abogado. Sin embargo, al finalizar el film el detective se inclina por una postura religiosa que ciega su deber de arrestar al abogado, siendo así, que Claudio revise como un “perdón” proveniente del detective generando un sentimiento de impotencia en los espectadores por la corrupción nuevamente.
En mi punto personal creo que es una película que tiene una excelente ambientación y escenografía, pero me hubiera gustado que el abogado termine arrestado cumpliendo lo que se merecía por haber realizado un homicidio. Es un film donde el actor principal no es un héroe, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de las películas, y donde el cierre no deja un final feliz.
De todas formas vale la pena mirarla, ya que encara una reflexión cultural y social de la Argentina.
Te dejamos el tráiler.
Ficha técnica:
Dirección |
Benjamín Naishtat |
Ayudante de dirección | Ana Berard |
Dirección artística | Julieta Dolinsky |
Producción | Federico Eibuszyc Barbara Sarasola |
Guion | Benjamín Naishtat |
Música | Vincent Van Warmerdam |
Sonido | Fernando Ribero Simón Apostolou |
Maquillaje | Loli Giménez |
Fotografía | Pedro Sotero |
Montaje | Andrés Quaranta |
Protagonistas | Darío Grandinetti Alfredo Castro |
Datos y cifras | |
País | Argentina |
Año | 2018 |
Género | Drama de época |
Duración | 110 minutos |
Idioma(s) | Español |
Compañías | |
Productora | Pucará Cine Desvía Ecce Films Suthor Kolonko Viking Film Bord Cadre Films |
Distribución | Primer Plano |