La directora del Museo Histórico de Sarmiento, Virginia Fernanda Gonzalez, nos contó sobre los desafíos que fueron surgiendo durante la pandemia y sobre las maneras de reinventarse para que el museo siguiera en funcionamiento en un momento extraordinario. Nuevas exposiciones online, participaciones con el público a través de las redes, actividades al aire libre y mucha creatividad fueron parte de las ideas que se pusieron en práctica.
Para marzo del 2020 el museo tenía planeadas exposiciones que tuvieron que moverse para septiembre. Los sectores del arte han sido de los más afectados y los que más tarde han tenido que volver a su actividad tanto por la poca inversión como por la presencialidad que requieren, pero el equipo del museo, desde casa, lograron llevar a cabo su gestión y la directora profundizó sobre el tema.
Ubicado en el barrio de Belgrano e inaugurado en 1938, el Museo está enfocado en la historia de Argentina y conforma medallas, condecoraciones, documentos, libros, objetos, fotografías familiares, esculturas, que pertenecieron a Sarmiento y que fueron donados por su nieto, Augusto Belin Sarmiento en el año 1913.
Este espacio dedicado al prócer representa un pedazo de la historia del país contenido en un edificio viejo que busca informar, culturizar y generar discusión más allá que admiración.
NC — ¿Cuáles han sido los mayores desafíos como directora de museo durante la pandemia?
— Si anteriormente lo manejábamos 40 personas, ahora tener que manejarlo sola. Ir físicamente sola al museo, tratar de limpiar los espacios, preservar las colecciones, al no tener personal todo lo que tiene que ver con el mantenimiento general es muy complejo. Después están los problemas de seguridad y de limpieza que se fueron complicando a medida que la pandemia avanzaba, así que desde el punto de vista físico la falta de presencia de personal complicó muchísimo las cosas. Es un edificio de mediados del siglo XIX que ha tenido poco mantenimiento y que tiene las estructuras deterioradas, necesitan inversión. Ahora se están haciendo un montón de trabajos ya que se levantó la pandemia, no es que el edificio esté en óptimas condiciones y la falta de personal agravó la situación
NC — ¿Cuáles fueron la maneras de reinventarse?
— Teníamos un programa que era como una visita guiada realizada por especialistas que invitábamos, y cuando llegó la pandemia estábamos atravesando una de esas visitas que teníamos que hacer un jueves. La actividad se llama Sarmiento Sin Sombra y comenzó en Instagram, y a partir de ahí generamos conciertos de música en vivo los miércoles, actividades y conferencias por distintas fechas y situaciones específicas, los jueves y los viernes hacíamos las conferencias y después llevamos dos exposiciones virtuales y fue todo un desafío.
La exposición más importante para nosotros fue Comarcas de las Pasiones Sarmientinas que era una exposición que estaba planificada para hacerse a principios del año pasado entre marzo y abril, pero se tuvo que hacer en septiembre, tuvimos que redactar todo de nuevo, no los textos pero si las ideas. Yo no estoy de acuerdo, pero muchos museos dicen hacer exposiciones virtuales y en realidad se trata de colgar imágenes una detrás de la otra y eso no es una exposición virtual, es una galería de imágenes en todo caso. Nos ha costado, sobretodo a los museos, nos costó muchísimo adaptarnos al tema de redes porque algunos incluso tenían deficiencias con Internet, o no tienen las imágenes de las colecciones digitalizadas, entonces imagínate todo lo que generó esto, no estábamos preparados para un aislamiento de un año, por lo menos los museos.
Esa exposición la armé yo en una plataforma donde uno puede recorrer el espacio de manera tridimensional, pero me costó muchísimo porque a pesar de ser una plataforma bastante amigable yo tuve que adaptar, porque el problema es que los objetos que expusimos para poder ser apreciados tienen que ser dimensionados según la pantalla entonces se perdía mucho. Eso es lo que tiene vivenciar un museo, los objetos los ves realmente como son, acá es todo ficticio. Y si bien es muy interesante y con la exposición yo quedé muy contenta, uno pierde la dimensión de un cuadro, por ejemplo. Hemos expuesto un bolso de mano que de forma online se ve del mismo tamaño que el cuadro de la madre de Sarmiento que es un cuadro que triplica el bolso, eso se pierde. Pero más allá de eso estoy muy contenta con la cantidad de actividades que hemos hecho a pesar de todas las limitaciones porque, por otro lado, todo el personal del museo trabajando desde sus casas, hay gente que no tenía computadoras y se tuvo que comprar, o el que tenía problemas con Internet lo quiso mejorar, entonces con todas esas limitaciones logramos hacer, creo yo, bastante bien las cosas.
NC — ¿Cómo se llaman las exposiciones, proyectos y cursos más relevantes que surgieron en este contexto?
— Bueno nosotros hicimos una exposición que no estaba planificada que es el Día Internacional de la Observación de la Luna y estamos alineándonos al proyecto de la NASA, se trata de que el Museo Histórico Sarmiento se ocupe del Día Internacional de la Observación de la Luna, pero tiene un sentido. Sarmiento creó el primer observatorio astronómico del país que se ubica en Córdoba, y Benjamín Gould, que fue el director de aquel observatorio astronómico en el año 1871, le dejó a Sarmiento una albúmina de la Luna que tenemos nosotros en el museo. Por eso nuestro interés en unirnos al proyecto de la NASA. Entonces a partir de ahí hicimos un llamado en redes con un fotógrafo muy conocido Luis Medici, con quien invitamos a la gente a que sacaran una foto de la Luna, la compartieran con nosotros y nosotros después hacíamos una exposición, la cual está en nuestra página. Después hicimos un concurso que estaba planificado para llevarlo acabo en el museo de manera física y lo terminamos haciendo también por redes, ha habido un montón de actividades la verdad, trivias, explotamos nuestra actividad y la volcamos absolutamente en las redes hasta que volvimos a abrir. Cuando volvimos a abrir nos calmamos un poco y llevamos nuestro esfuerzo a la presencialidad. Ahora hacemos actividades al aire libre y estamos programando nuestra próxima exposición que sí va a ser en el museo para el mes que viene.
NC — ¿Cuáles son los próximos proyectos?
— Este año tenemos 2 exposiciones que son del recorrido estable del museo que van a ser modificadas, así que estamos con esas investigaciones para inaugurar en septiembre. Después un premio que se llama Trayectoria Sarmiento que establecimos hace dos años y que se realiza en el natalicio de Sarmiento, debido a que se dedicó tanto en fomentar la ciencia nosotros decidimos que este premio se lo damos a científicos los 15 de febrero de cada año. El primero fue a la primera astrónoma recibida en la Argentina Miriani Pastoriza, el año pasado trabajamos con el tema de la medicina y este año también porque estamos atravesados justamente por esta pandemia.
NC — ¿Qué es lo más importante para llevar un buen museo?
— En realidad un poco de cada cosa. Por supuesto que si vos no tenés una colección es imposible tener un museo, pero una colección por sí sola no existe, necesita que se la comunique, que se la conserve, que se le investigue, eso es como las patas de la museología; investigación, conservación y difusión. También es cierto que si no tenés un equipo sólido que pueda abordar todas estas aristas, no va a funcionar. Ahora yo tengo un equipo en el área de comunicación, un especialista en diseño, gente especializada en restauración, en archivo, en biblioteca, museología, administración, investigación, o sea son tantas la áreas que necesitás cubrir para poder llevar un mensaje integral que realmente no es una sola cosa que es importante para que un museo cumpla su función como tal.
En el museo de Sarmiento lo que queremos es mostrar al patrimonio como bien común, aunque patrimonio es una palabra que estamos tratando de dejar de usar porque estamos tratando de diversificar, socializar el mensaje y generar discusiones en el buen sentido, no que sea presentado como algo a ser admirado. Pensemos en Sarmiento sin ir más lejos, es un hombre que ha sido criticado, admirado, discutido a lo largo de toda la historia. Entonces eso es lo que queremos mostrar, las distintas fases de una persona, los claros oscuros, los beneficios y los no tan beneficios para el país. El éxito de un museo es poder mostrar esa conexión, generar discusión y eso se va a lograr con el equipo, con una colección acorde y por supuesto con presupuesto. Es cierto que la cultura no es uno de los sectores más beneficiados, no solo durante la pandemia, sino que son los sectores que de por sí menos inversión tienen.
NC — ¿Cuáles son las responsabilidades de una director de museo?
— Si bien el director por un lado tiene la facultad y la obligación de planificar, coordinar y llevar adelante la gestión integral de la institución y por supuesto trabajar con el tema presupuestario, realmente los directores de los museos, no se en otros países, pero en Argentina ocupan más espacios de lo que realmente tendrían que ocupar por estas necesidades; que tenemos gran carencia de personal, gran carencia presupuestaria y en algunos casos, no en todos, necesitamos gente capacitada y no lo tenemos. Por ejemplo en el caso del fundraising no tengo una persona que se encargue de buscar financiamiento para determinadas cosas, eso lo tengo que hacer yo. A veces me distraigo un poco de la gestión para poder ocuparme de buscar recursos para llevar adelante determinada cuestión, pero también he subido al techo del museo a quitar las hojas cuando llueve porque tenemos problemas de inundación. Si hay una exposición también cuelgo obras y monto la exposición, tendría que tener un curador y no cuento con un curador, soy restauradora además de museóloga así que también me dedico a restaurar en algunos casos, o cuando nos prestan alguna obra y la tenemos que exponer y está en malas condiciones. Pero no es solo en mi caso, en Argentina los directores de museo somos multitasking.
Se pueden descargar catálogos y exposiciones online en museosarmiento.cultura.gob.ar