Luego de un año de pandemia los teatros pudieron volver a abrir, bajo un estricto protocolo, y este fue el caso de «A Chorus Line», el multipremiado musical de Broadway. Dentro del elenco se encuentra Matías Prieto Peccia, a quien entrevistamos y nos contó como fue volver al teatro luego de la pandemia.
NC: – ¿Cómo crees que lograron los actores sobrellevar un 2020 tan complicado?
– Creo que el 2020 para los artistas en general, fue un año bastante difícil. El arte fue uno de los sectores más golpeados, por qué no tenemos la posibilidad, como en otros trabajos, de que si no trabajamos poder seguir cobrando. Pero también pienso que los artistas son seres que están acostumbrados a adaptarse a las posibilidades, la inestabilidad es moneda corriente en nuestros laburos porque suelen durar temporadas, no como un trabajo normal de oficina en el que sabes que podes estar ahí quizás toda la vida. Entonces en ese sentido yo creo que para la mente de los artistas fue más fácil que para otros, en el sentido de que fueron apareciendo nuevas formas, porque el artista se adapta. Como por ejemplo las clases por Instagram, las clases virtuales, por zoom, hacer obras a través de la virtualidad, crear, buscar nuevas alternativas. Así que pienso que fue duro pero que muchos supieron adaptarse y encontrar un lugar en este nuevo contexto.
NC: – ¿Qué desafíos te encontraste como actor en el 2020?
– El desafío como actor fue resistir. Tratar de encontrarle el lado positivo a la cuestión y buscar nuevas maneras para mantenerme activo. Si bien yo tuve la posibilidad de tener mucho trabajo, previo a la pandemia, y ahorrar para no estar apretado económicamente, siempre hay una necesidad de reinventarse. En mi caso, el desafío fue aprovechar esta pandemia para hacer cosas nuevas o cosas que hace tiempo tenía postergadas, como leer, estudiar mucho, tomar clases que hasta entonces debí postergar por diferentes trabajos, o dar clases, que no hacía hace tiempo.
NC: – ¿Qué se siente volver a actuar después de tanto tiempo?
– Fue maravilloso. Uno a veces cuándo tiene mucho trabajo, como me ha pasado los últimos años que venía de una obra atrás de la otra, no se da cuenta del valor que tiene estar arriba del escenario. Volver a trabajar, dignificarse con el trabajo, actuar, la sensación fue como de felicidad y de plenitud, y de valorar el espacio que habito, el teatro es maravilloso el teatro, es mi lugar en el mundo. Así que fue volver a conectarme con eso que formaba parte de mí cotidianidad y que por mucho tiempo no estuvo presente.
NC: – ¿Cómo fueron los ensayos para la obra en pandemia?
– Fueron breves, ensayamos poquito tiempo. Se siguieron todos los protocolos y cuidados necesarios para estar seguros, como el uso de barbijos, respetar la distancia, el uso de alcohol en gel, tomar la temperatura. También nos dividieron en tres grupos y ensayábamos por separado. Recién estuvo todo el elenco junto cuando estuvimos en el teatro, donde cada uno tenía su camarín.
NC: – ¿Debieron cambiar la obra por los protocolos o la pudieron mantener tal cual era?
– Se modificó la puesta para resguardar la distancia entre los actores. Fueron modificadas muchas cosas de la obra. Pero por suerte la gente no lo nota.
NC: – ¿Cómo es la experiencia de actuar en pandemia?
– Es una experiencia linda, sanadora después de un año de estar lejos del escenario. Es diferente, es una nueva manera, pero como decía anteriormente, el artista se adapta y logra salir de estas situaciones.
NC: – ¿Cómo sentís a los espectadores en el teatro luego de este tiempo?
– Para mí, los espectadores están felices. Yo creo que sucede algo mucho muy potente, la gente se emociona más. También, lo que dice la obra hace que un poco se empatice con la situación, con este contexto. Hay un momento en la obra en donde se pregunta “¿qué pasaría si hoy es el último día que podes bailar?” y es un poco lo que nos pasó a todos los que estábamos haciendo temporada, que estábamos trabajando y de un día para el otro nos dijeron que se suspenden las funciones hasta nuevo aviso.
Al volver vinieron muchos colegas que se emocionaron mucho. Mucha gente vive la experiencia de volver al teatro como algo muy simbólico, y sobre todo volver con una obra como «A Chorus Line», que es un hito en el teatro musical.
El miedo es particular de cada uno, hay gente que vemos que está en la butaca con mascarilla y con el protector de plástico transparente, y hay otros que están capaz más relajados, que a la salida te quiere abrazar, y uno tiene que guardar la distancia.
A pesar de todo se siente el aplauso caluroso. La verdad es que no se siente que haya el 30% de la sala, sino que muchas veces sentimos que está llena, porque la gente aplaude, se ríe, y me parece que esta agradecida.
NC: – A quienes vean A Chorus Line por primera vez, ¿con qué tipo de historia les dirías que se van a encontrar?
– Para quienes vean Chorus por primera vez se van a encontrar con una historia particular. Es un hito del musical, ya tiene más de 50 años y aún hoy sigue estando vigente y yo creo hay que cosas de la obra aún resuenan en la gente.
La obra habla de muchas cosas, porque es el conjunto de muchos personajes con un mismo fin, que es lograr tener un trabajo, salir adelante, ser vistos, lograr ser especiales, que es algo que creo que todos queremos en la vida, pero cada uno desde un lugar particular y con una historia de vida diferente, y la obra va recorriendo esos caminos.
Para mi también la obra habla de la aceptación, de la competencia, de las frustraciones, de seguir adelante a pesar de todo, habla por ejemplo de preguntarse qué pasaría cuando uno debe cambiar el rumbo. Y habla también del deseo de lograr algo que está ahí muy cerca, pero que también podría no darse.
Es una obra muy linda, no por nada es una de las obras que más duró en Broadway.
NC: – ¿Cómo crees que va a ser el teatro de acá en adelante con respecto a la virtualidad y presencialidad?
– La verdad que no lo sé. Mi deseo es que vuelva la normalidad, que la gente pueda volver, que todo el tema del coronavirus termine lo más pronto posible. Como decía anteriormente, los artistas nos adaptamos a las nuevas formas, surgió esta nueva forma que es la virtualidad, que también abrió otras posibilidades, como poder estudiar con profesores que no están en el mismo país, poder conectarse con gente en otros lados, poder realizar una obra con alguien que está en otra provincia. Así que también tiene su lado más positivo. Creo que se está dando una cuestión mixta, ensayos virtuales y luego la obra es presencial, o al revés.
Pero bueno, esperemos que vuelva la normalidad, que cada vez más gente pueda ir al teatro de una manera segura, que es lo que se está tratando hacer y creo que se está logrando. Porque por ejemplo, nosotros nos hisopamos todas las semanas, como parte de cuidarnos entre todos, cuidar a la gente y tratar de que el teatro vuelva a tener la fuerza que tenía.
Si queres ver A Chorus Line se presenta todos los viernes, sábados y domingos en el Teatro Astral.