El artista digital y escultor Martinjo nos cuenta sobre sus obras, sus percepciones sobre el arte actual y el futuro de su carrera.
NC: Martinjo, contanos sobre quién sos, tu perfil y cómo decidiste ser artista.
MARTINJO: Nací en la provincia de San Juan y desde muy chico dibujaba sin parar monstruos, robots, aviones, siempre estuve enamorado de la estética de la ciencia ficción y el terror. Luego esa influencia me llevaría a desarrollar mis propios personajes. Decidí ser artista luego de trabajar como paleoartista en el Museo de Ciencias Naturales de San Juan creando Dinosaurios y otras criaturas prehistóricas. Allí aprendí una serie de técnicas que hicieron que terminara de enamorarme de la escultura y me animé a materializar mis personajes de manera tridimensional.
NC: ¿Cuáles son tus influencias y fuentes de inspiración como artista?
MARTINJO: Desde muy chico me gustó el cine de terror y ciencia ficción, eso me marcó el camino a seguir. Me gustaba todo lo que se podía mostrar y decir en esos géneros, los límites que se podían pasar. Películas como Poltergeist, Critters, Gremlins, Hell Raiser. Ya cuando empecé a conocer más de arte me impactó mucho la obra de artistas como Nicola Costantino, Pablo Suarez, Miguel Harte, León Ferrari, Damien Hirst, Jake and Dinos Chapman, Takashi Murakami entre otros.
NC: ¿Cómo elegís tus temas? ¿Cómo desarrollas desde tu idea hasta la obra terminada? ¿Qué tecnología utilizás para realizar arte digital?
MARTINJO: Mis temas siguen siendo los mismos desde siempre. Lo humano, lo monstruoso, y todo lo que sucede en el medio, ese límite borroso y lleno de posibilidades. De ahí nace una de mis últimas series, Los Kinky Bears, estos personajes BDSM en situaciones a veces extremas, a veces tiernas, donde placer, dolor y ternura se entrelazan y se funden. Intento generar en el espectador una mezcla de sensaciones, ponerlo en un lugar incómodo que lo haga involucrarse íntimamente con la obra. Siempre dibujé y realicé esculturas de pequeño formato, en 2015 empecé a explorar el arte digital y a realizar mis primeras esculturas en computadora, ya en 2021, encierro por pandemia mediante, encontré una forma de comercializar mi arte a través de la tecnología NFT, eso me permitió dedicarme sólo a mi obra y pude realizar muchas ideas, personajes y series que tenía en mente. Luego fui encontrando otras tecnologías como la generación de imagen, sonido y video con Inteligencia Artificial que me llevaron a otras búsquedas y me abrieron otras posibilidades.
NC: ¿A qué desafíos te has enfrentado siendo artista? ¿Cuáles son los principales logros que has tenido hasta el momento en tu carrera?
MARTINJO: Creo que la decisión de empezar a considerar como obra los dibujos y esculturas que hacía fue mi primer desafío y mi primer logro. A partir de ese momento comencé a formarme en clínicas y aplicar a un par de becas y formar parte de colectivos, entre los cuales está Proyecto Baldío, que participó en grandes eventos como la Bienalsur. Creo que animarme a comercializar mi obra como NFT y formar parte de esa comunidad internacional de artistas y recibir su reconocimiento también es un logro que me ayudó a consolidar algunas ideas y series que luego me dieron la posibilidad de que Galerías como Hijas del Arte y CONDESA conocieran mi obra.
NC: ¿Cuál es el significado detrás de tus obras más destacadas? ¿Hay algún mensaje o tema recurrente en tu trabajo?
MARTINJO: Creo que la serie Kinky Bears es por la que se me reconoce más fácilmente. Son unos ositos en trajes de cuero o látex que siempre se ven envueltos en situaciones BDSM que son una mezcla de eróticas, graciosas, divertidas y terroríficas. No sé si hay un significado o mensaje específico. Sí trato de que mis obras saquen un poco de eje al espectador, que se vean atraídos por las imágenes primero y luego vayan encontrando y descubriendo algunos objetos o mensajes más ocultos, que si no son comprendidos, al menos generan alguna incomodidad. Trato de que mi obra sea sobre todo divertida.
NC: ¿Cómo es la escena artística en San Juan?
MARTINJO: No estoy muy al tanto de la escena local actual ya que desde 2021, y encierro por pandemia mediante, me dediqué casi por completo al arte digital en una comunidad global que tiene su funcionamiento particular. Pero siempre hay activaciones y colectivos autogestivos además de los Museos. Colectivos de danza, de ilustradores, de grabadores, de arte textil y otros más dentro del marco del arte contemporáneo tradicional.
NC: ¿Cuáles son tus reflexiones sobre la escena del arte contemporáneo en nuestro país?
MARTINJO: No tengo mucho conocimiento de la escena, sí hay algunos artistas que sigo y me interesan como Camila Pozner, Leonardo Sanchez, Carlos Gutierrez, Graciela Alvarez Maroccolo, Andres Piña, La Chola Poblete, entre otros.
NC: ¿Cuáles son tus expectativas para el futuro de tu arte? ¿Tenés planes o proyectos en mente?
MARTINJO: Mi plan para el año que viene es “cerrar el círculo” de la serie Kinky Bears, sacarla de la virtualidad y llevarla a escultura física en escala humana. Eso sería lo nuevo, además pienso seguir con la producción de mi obra digital que incluye escultura y pintura digital, pixel art, arte generado con inteligencia artificial y video glitch.
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