Que influencers escriban libros, es moneda cotidiana. Relaciones que surgen en redes sociales con vida útil acotada, también. Otra situación que es moneda corriente, pero no deberíamos acostumbrarnos son chicas con lagunas de memoria, luego de salir a divertirse una noche.
Haciendo una adaptación de una experiencia traumática de este tipo, vivida en carne propia, Michaela Coel guiona y protagoniza I May Destroy you (Podría Destruirte).
Serie que consta de doce capítulos y puede ser vista en Latino América todos los lunes a las 23, por HBO y HBO Go. Actualmente lleva 3 episodios emitidos.
Como protagonista tenemos a Arabella, una twittera exitosa que está en camino de publicar su segundo libro, de narrativa “millenial”.
El inicio pareciera vendernos una serie de adolescentes más. Relaciones y drogas en el viaje todo pago que la editorial le otorga para fomentar su proceso creativo, en Italia. Allí conoce un chico, con el que comparte una conexión genuina, pero nunca formalizan nada. Del que debe despedirse porque la deadline del borrador es en dos días. Así arranca el piloto, ella camino el aeropuerto con una melena rosa chicle estridente.
De vuelta en Londres, Arabella y su mejor amiga Terry, construyen un retrato de amistad entre mujeres, muy genuino. Como charlas en el baño o reflexiones sobre los sueños a los que cada una aspira: ser actriz y escritora, mientras están “viajando” desde un sillón.
Toda va viento en popa, hasta que Arabella amanece con una lastimadura en su frente, totalmente desorientada en la calle, no sabiendo que metro tomar para volver a su hogar. Un baño, una cabeza que jadea y vemos desde un ángulo inferior, son los flashes que se repiten en su cabeza.
Es acá donde dejamos de ver el ritmo de noche y diversión que tanto abunda en las series teen, y conocemos la premisa tan urgente que la televisión debe comenzar a mostrar. Arabella fue abusada, no sabemos cómo, pero ocurrió.
El gran acierto de la serie, y una de las razones por las que ya se posiciona como uno de los dramas del año, es el respeto y sutileza con el que es abordado el tema. La narración refleja esa confusión que Arabella como víctima siente: saltos de tiempo, distorsión.
La escena en la que Arabella se anima a denunciar es sumamente importante en los tiempos que corren, y que el movimiento #Metoo comenzó a visibilizar. Y desde donde comienza a generarse una empatía con el espectador innegable.
El hecho que el espectador sepa de lo que se está hablando, pero que la palabra violación no sea mencionada en ningún momento, refuerza lo que vemos a lo largo de la historia: una víctima que lejos de estancarse en este rol, se compromete a averiguar ella misma que la llevo a ese final.