La revolución tecnológica y del entretenimiento que se está dando en los últimos años nos acerca cada día más a vivir en ese futuro soñado por la ciencia ficción de la segunda mitad del siglo pasado: realidad virtual, vehículos autónomos y viajes espaciales. La industria del videojuego es una pieza clave de esta revolución. La velocidad con la que se innova dentro de este ámbito es sorprendente, tanto, que algunos proyectos (los cuales no siempre se convierten en realidad) nos cautivan por su ambición y originalidad.
Sony, la casa madre de PlayStation, patentó recientemente el concepto de convertir cualquier objeto cotidiano, que pueda ser leído y captado por una cámara, como apto para ser un control interactivo para sus consolas. Según la descricpión de la patente publicada por GameIndustry, Sony pretende que todos los usuarios puedan «usar un dispositivo económico, simple y no electrónico como periférico de videojuego».
Además de lo llamativo de la propuesta, lo que también quedo resonando en el público de esta patente fue el ejemplo con el cual Sony graficó su concepto. Utilizaron un plátano o banana como conejillo de indias para demostrar al mundo que realmente cualquier objeto (o fruta) sería útil a la hora de jugar.
Es conocido dentro del mundo de la tecnología que la presentación de una patente no implica necesariamente que la idea termine siendo un hecho. Muchas veces las empresas desean tomar la delantera con respecto a algún avance que suponen podrán explotar en el futuro, evitando así que la competencia pueda desarrollar el mismo concepto con libertad. Sin embargo, pueden desestimarla por motivos de presupuesto, complejidad o demás impedimentos. Será cuestión de seguir de cerca los pasos de la empresa nipona y esperar que esta no sea otra más de las buenas ideas que no llegan a ningún puerto.