Dolor, traumas y heridas —físicas e internas— son, sin duda, los principales componentes de «Vidas de papel» (Kagittan Hayatlar), el drama turco que se estrenó el 12 de marzo en Netflix. Con dirección de Can Ulkay y una gran actuación protagónica de Çağatay Ulusoy, esta emotiva historia deja un mensaje estremecedor.
Mehmet (Çağatay Ulusoy) es un hombre enfermo que está a cargo de un despacho de recolección de residuos en Estambul, Turquía. A lo largo de la película, puede observarse la situación de pobreza y la cantidad de niños huérfanos que recorren las calles de la ciudad.
La vida de Mehmet da un giro inesperado cuando aparece frente a él Ali (Emir Ali Dogrul), un niño que era víctima de una situación de violencia en su hogar. El encuentro trae a Mehmet recuerdos de su dolorosa infancia y los traumas generados en su vida a partir de ello.
El actor Çağatay Ulusoy defiende un rol principal con el que, en todo momento, a través de sus expresiones traspasa la pantalla y genera empatía y conmoción en los espectadores. Si bien por momentos podría ser aún más dinámico el desarrollo de la trama, la película cuenta con distintos elementos que la tornan interesante, con un final que sorprende.
El guion de «Vidas de papel» fue escrito por Ercan Mehmet Erdem. Además, completan el elenco de este drama: Ersin Arici, Turgay Tanülkü, Selen Öztürk, Volkan Çaliskan, Osman Iskender Bayer, Tomris Çetinel, entre otros.
Una historia que refleja cómo hay cicatrices que atraviesan lo físico y que dejan huellas en el interior de quienes sufren situaciones violentas y falta de protección. Cuando estos hechos quedan impregnados en la memoria, difícil es seguir el camino como si nada hubiera ocurrido.
