Todos los 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, creado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para tomar conciencia sobre los riesgos de su consumo y promover la aplicación de políticas públicas para reducir el mismo.
La campaña de este año esta bajo el lema el tabaco envenena nuestro planeta, haciendo referencia de que este no solo genera efectos nocivos en la salud, sino también al medio ambiente.
Según los datos informados por la OMS se talan más de 600 millones de árboles y se utilizan 22 mil millones de litros de agua por año para la producción de tabaco. Por otro lado, su consumo emite 84 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera que aumentan la temperatura del planeta.
Actualmente se calcula que 1300 millones de personas a nivel mundial consumen tabaco de manera activa, según el último informe de Naciones Unidas (ONU). En nuestro país son más 9 millones personas las que continúan con el hábito del tabaquismo, de las cuales 44 mil mueren por año.
Si bien en los últimos años Argentina ha tomado algunas políticas públicas frente a esta problemática, como la implementación advertencias sanitarias en los paquetes de tabaco. Lamentablemente bajo al puesto 77 de 80 en el rankin de políticas publicas contra el tabaquismo, según el Índice Regional de Interferencia de la Industria Tabacalera.
Cómo afecta el tabaco en nuestra salud
El tabaco afecta al 100 % de la población mundial. Por esto es importante saber que es un fumador activo y un fumador pasivo, para entender cómo afecta a nuestra salud.
El fumador activo es quien está adherido al cigarrillo y tiene un elevado índice de consumo. Mientras que el fumador pasivo es quien no fuma, pero está expuesto de manera indirecta al consumo de cigarrillo de otras personas.
Las consecuencias nocivas de este hábito afectan de igual manera a ambos tipos de fumadores. Ya que el residuo del tabaco queda impregnado en el ambiente en el cual convivimos todos.
Algunas de las enfermedades más recurrentes relacionadas con el tabaco son:
- Está relacionado directamente con distintos tipos de cáncer: de pulmón, laringe, faringe, riñón, hígado, vejiga, entre otros.
- Aumenta el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares: infartos, ACV, aneurismas;
- Desarrolla enfermedades respiratorias: bronquitis crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), e infecciones respiratorias reiteradas.
- Produce úlcera gastrointestinal y gastritis crónica.
- En las mujeres afecta directamente al aparato reproductor.
