Un equipo de cirujanos en California buscó innovar con un marcapasos neural para mantener los síntomas de depresión a bajos niveles. Estos datos fueron publicados por el “National Medicine” en Estados Unidos.
El experimento comenzó cuando el equipo insertó un pequeño cable en el cerebro de un paciente con un grave estado de depresión. Allí, administraron un leve impulso eléctrico en la porción más grande del encéfalo. Tras la descarga, el paciente logró sentir un gran alivio hacia sus síntomas.
En este estudio, los científicos se dieron cuenta que parte del cerebro de esa persona estaba asociado con los pensamientos negativos. Por ende, empezaron a investigar sobre implantar un chip para mantener la mejora de los síntomas depresivos.
Ahora bien, pese al nuevo paso para tratar la enfermedad, algunos especialistas consideraron este invento como una forma de manipulación por parte de los médicos. En este sentdio, al tener la persona el chip, el doctor puede tener control de la situación y redefinir esos pensamientos utilizando electricidad. Esto, plantearía problemas éticos de acuerdo al control de la entidad médica y el paciente.